lunes, 19 de febrero de 2024

Buscando el sitio y con un poco de suerte

A veces hay que buscar, caminar y cambiar de puesta.

Suelen ser esfuerzos adicionales y el llevarlos a cabo no es sinónimo de éxito. Sin embargo, en mi opinión, suele merecer la pena.
En el peor de los casos, al menos se suda un poco, se hace algo de ejercicio y se disfruta.
Más, si esos cambios suponen la diferencia entre una joranada sin sentir un pez y tener alguna opción de enagañar a alguno.

Zona con mar que aguantaba bastante bien y en algunas zonas, con una rompiente más que buena.

Se probó a fondo de nuevo: plomo de estrella de 80 gramos metiéndolo en la rompiente con fondo de arena y a veces arriesgando el aparejo en claros de arena entre piedras.

No hubo manera de sentir ninguna roballiza. El menú consistió en raxo de pulpo y en navaja, como viene siendo habitual en las últimas jornadas.

Se sintieron picadas a ambos cebos, pero de sargos como se pudo comprobar. 

Pasada la mañana y recordando que había traído una barbada congelada, me dio por probar por primera vez a ver qué tal podría darse con un filete de la misma.
Leí en su día en el blog de Iván Rivero (https://riverodepesca.blogspot.com) que a él le va bien en pedreros, ¿así qué por qué no probar?
En esta ocasión no hubo fortuna, pero me quedo con ganas de seguir dándole oportunidades a este cebo. Es una carne bastante firme, con una piel dura y que aguanta perfectamente en el anzuelo; habrá que darle más oportunidades.

Al final hubo manera de juntar unos sargos, que si bien no son demasiados, son de buen tamaño y sinceramente... ¿para qué más?
Pescado de sobra y de buena calidad para disfrutar en casa durante unos días.



Otro día más pasado junto a la mar y me da que para la próxima habrá que desempolvar la vara de boya, preparar algo de macizo y a ver qué tal.
Quizás haya que olvidarse de las roballizas un poco hasta la Primavera, cuando habrá que volver a tentarlas con raxo de pulpo....

No hay comentarios:

Publicar un comentario