Hay que aprovechar el tiempo al máximo y si las condiciones metereológicas nos lo permiten...
Madrugones, peleas infernales con toxos bravísimos, abrir camino a viejas puestas, buena compañía y estar junto a la mar.
A veces salen sargos, no hay queja en las últimas salidas.
Se les busca con boya y con plomo de pera a fondo y ya son varias jornadas en las que se combinan ambas técnicas.
También hubo manera de tentar a alguna roballiza, pero no dieron la cara.
Interesante poner un chipirón en un anzuelo VMC 3/0 en una rompiente brava de una zona arenada, con un plomo de estrella.
Nunca había ido a cebo a la roballiza y aunque fueron solo unos lances y en total, menos de una hora, me gustó la experiencia y habrá que repetir. Impresionante lo que aguantaba el plomo de estrella. Desde hoy, seguiré echando varios en la mochila, porque son garantía a la hora de mantener el aparejo en la calada.
La vara en la mano, como los antiguos y a esperar a sentir el tirón...
Otra vez será.
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